El triatlón es un deporte de resistencia, sobre todo en las modalidades de larga distancia y de ultra-resistencia. ¿Cómo se planifica el entrenamiento en estos casos? ¿Hay que acumular kilómetros y kilómetros en las tres disciplinas?
La clave reside en programar bién los entrenos. Para ello debemos saber qué objetivos perseguimos y en qué disciplina nos aportará mayores beneficios cada sesión.
Lógicamente, la técnica específica sólo se trabaja en cada deporte concreto; sin embargo, otros objetivos podemos alcanzarlos aprovechando que el triatlón es un deporte multidisciplinar.
El entrenamiento cruzado nos permite optimizar el tiempo, a la vez que mejoramos el rendimiento. Además, nos deja más horas para descansar y nos ayuda a lesionarnos menos. También es bastante más divertido que otro tipo de sesiones. Por tanto, merece la pena explorar al máximo sus ventajas.
Aquí van algunos ejemplos:
- Calentar en bicicleta para unas series de carrera a pié
- Trabajar el umbral aeróbico en bici después de unas series de producción de lactato en el agua.
- Mezclar los 3 deportes en una sesión de fondo de 4 horas (algo que minimizará los impactos de la carrera a pié y nos evitará sesiones pesadas sólo para acumular volumen).
- A modo de conclusión, os propongo el siguiente esquema para planificar vuestro entrenamiento:
- Especificad que objetivo persigue cada sesión.
- Valorad en qué disciplinas podríais trabajarlos.
- Utilizad el entrenamiento más adecuado (en función del momento de la temporada y preferiblemente en vuestro segmento más flojo).
- Cambiad algunos entrenamientos de fondo por otros en forma de transiciones (natación-bici/bici-carrera).
- Introducid sesiones de más calidad (no intensidad, si no especificidad).
Os lo garantizo, os divertiréis más y os lesionareis menos. También mejoraréis vuestra resistencia.